Texto: Carolina Argueta
Foto: Blake Wood
Producción y voz: Carolina Argueta
El 23 de julio de 2011, el mundo del jazz, del soul y del R&B perdió a una gran artista, cantante y compositora: Amy Winehouse. Hoy, a nueve años de su partida ella es recordada como una de las voces contemporáneas más poderosas y revolucionarias.
Sería un error grave, resumir la existencia de Amy Winehouse sólo a los escándalos relacionados con sus problemas con las adicciones, ya que dejó una huella en el mundo de la música y también en las personas que la querían honestamente, como su amigo el fotógrafo Blake Wood, quien retrató a Amy como una mujer que también fue feliz.
Blake se hizo muy buen amigo de Amy y sus últimos años de vida fueron inseparables. Ambos fueron a la isla de Santa Lucía en uno de los periodos de desintoxicación de la artista. Amy confiaba tanto en él que le permitía fotografiarla, pues sabía que Blake no sólo la veía como una celebridad.
En esta entrega te presentamos una fotografía sonora a través de la cual conocerás las razones por las que Amy también fue una mujer feliz, fuera de la presión y el estrés que implicaba ser una gran artista.
Hoy se cumplen 9 años desde que Amy dejó este mundo, pero siempre la recordaremos de esta manera: