El viaje musical de Karina Galicia

Texto: Carolina Argueta

Foto: Víctor Benítez

“Componer no es dar una cátedra sobre algo que sabes, es hablar sobre un tema que te interesa y dar la opinión más sincera y honesta, dejar ahí todo lo que sientes y lo que crees que puedes aportar” – Karina Galicia.

Karina Galicia tuvo su primer contacto con la música desde muy pequeña. Su papá tocaba la guitarra y eso la inspiró mucho; ella tocaba una guitarra que tenía su papá y cantaba con él: “Siempre que regresaba de trabajar, cantábamos canciones juntos por la noche, era como un hilo de unificación para nosotros”, recuerda.

Desde la secundaria, formalizó su gusto por la música y entró al Benemérito Conservatorio de Música del Estado de Puebla, ahí estudió guitarra clásica y bel canto. Pronto hizo parte de la carrera de Técnico en Música en la BUAP (Benemérita Universidad Autónoma de Puebla) y después de cinco años de estudios en su ciudad natal, partió a Xalapa, Veracruz. Ahí estudió por seis años; un curso inductivo, un preparatorio y la licenciatura en jazz.

Sus primeras influencias musicales surgieron de la trova y de la música de cantautor; Karina escuchaba a Silvio Rodríguez, un compositor que la alentó a no sólo hacer canciones que hablaran de cosas sentimentales, sino también de cuestiones sociales. Compositores como David Aguilar, Frank Delgado, Carlos Varela, Pedro Guerra e Ismael Serrano, fueron también sus influencias desde muy pequeña.

Cuando estudió en Xalapa, tuvo un encuentro con otras vertienes de la música. En ese lugar se enamoró del soul, del blues y del funk. Cantautoras como Erykah Badu, Nai Palm, Lianne La Havas y otras cantantes de jazz como Cécile McLorin, Ella Fitzgerald y Sarah Vaughan, fueron parte de su descubrimiento musical y su formación, permitiéndole a Karina, componer de una forma distinta y salir de su zona de confort; ella ha tenido un viaje musical bastante nutrido que la ha formado como artista.

A Karina le inspira todo lo que le rodea y su música refleja que es una mujer sensible y receptiva. Ella opina que el trabajo de los músicos es dar un mensaje a las demás personas y cree que actualmente hay muchas cosas de las que se pueden y se deben de hablar: “A mí me gusta pensar que a lo mejor en 20 años alguien se va a topar con las canciones que hacemos ahora y les vamos a dar un panorama de cómo era lo que nos rodeaba en estos momentos”.

«Componer es una responsabilidad y lo que más me mueve al componer es hacerlo de una manera honesta, que sea coherente conmigo misma y con mi forma de pensar», dice Karina respecto a su filosofía al hacer música.

Ser artista independiente es una carrera de mucho aguante, pues significa ser autogestiva y buscar oportunidades, por ello, considera que en general la música independiente necesita más espacio dentro de las revistas de música.

Karina cree que en especial las mujeres necesitan un espacio para que se hable de su música y no sólo de ellas como personas físicas: “Las mujeres estamos pasando por una transformación necesaria de empoderamiento, de darnos cuenta de lo que valemos, de lo que somos capaces de hacer y de nuestras fallas; darnos cuenta de qué tipo de comportamientos misóginos y machistas ya no debemos de admitir”.

Su música tiene influencias del soul y del R&B, de la música de cantautores, así como del jazz y del blues. Todos estos géneros han sido fundamentales para el su desarrollo como artista. De manera más local, se ha influenciado de amigos compositores como Benjamín Garibay, Gianna Sotera, así como de Nicole Horts.

Ha tocado en distintas partes de la república, como solista y con la banda de soul y folk Hilvana, en la que canta desde hace varios años. Ella ha llevado su canto y su música a Veracruz, Querétaro, Morelia, Chiapas y a la Ciudad de México.

Uno de sus shows favoritos como solista fue en un concurso de composición en donde cantó su canción “Raíces” con guitarra y loops. Esto fue en un teatro de Querétaro y ahí conoció a personas que se convirtieron en grandes amistades para ella.

Por otra parte, uno de sus shows favoritos con Hilvana, fue en el Tabacalera Jazz Club cuando presentaron su primer disco. Karina cuenta que había mucha gente que los apoyó desde el principio; recuerda esa fecha con mucho amor y agradecimiento. Este año Hilvana va a sacar nueva música y Karina seguirá acompañando a este grupo, en el que ha podido explorar y asentar muchas de sus influencias musicales.

Otros de los lugares en los que ha tocado como solista, es en La Casa del Rolty y en el Depa de los Plebes. Para ella ha sido importante tocar en estos lugares porque ha conocido a colegas, amigos y ha aprendido a consolidarse más como solista.

Este año, Karina está haciendo colaboraciones con varios amigos; recientemente hizo una con Argo y con Finite Music para lanzar tres canciones, de las cuales ya lanzó dos que son «Talismán» y «Necesitando». Ella se siente muy contenta con el resultado, sin embargo, no deja de explorarse como artista y como compositora.

Autor: Carolina Argueta

Estudiante de Ciencias de la Comunicación en la UNAM en la opción terminal de Producción Audiovisual. Feminista, amante de la música, el cine y la fotografía. Busco generar a mi alrededor sensibilidad hacia el arte y su labor dentro del feminismo. Mi objetivo es conectar con historias de actualidad, con mujeres artistas, activistas de distintas áreas y temas de medio ambiente.

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