Texto: Carolina Argueta
«El hecho de que en San Francisco no entendieran lo que cantaba, fue un parteaguas para animarme a empezar mi carrera, el feedback emocional a través de mis interpretaciones me hacía sentir que estaba haciendo lo correcto» – Karely Rincón.
Cuando Karely se sube a cualquier escenario deslumbra con su seguridad, su presencia tan fresca y los colores cálidos que acostumbra a vestir. Tiene un estilo inigualable para la moda. Su voz es equiparable a su estilo; apacible, cálida, dulce y alegre.
Es originaria de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, escribe desde los ocho años pero fue hasta los 26 que decidió compartir sus canciones con más personas; su proyecto actual se llama “Una canción bonita”. Hace un año y medio empezó a grabar profesionalmente y el instrumento que toca principalmente es el ukulele.
Tenía tiempo componiendo a capella, sabía que debía aprender a tocar un instrumento, pero la guitarra y el piano siempre quedaron en intentos. «Un amigo mío tenía ukuleles de adorno en su depa y ahí fue el primer contacto. El sonido, el tamaño y la estética me llamaron la atención y fue así que aprender a tocar el ukulele se convirtió en uno de mis propósitos de Año Nuevo con el puro ímpetu de seguir componiendo y divertirme en el proceso. No imaginé lo que pasaría después», expresa Karely.

¿Cuál es su inspiración para escribir? Karely explica que se inspira cuando está en un momento sensible, sin importar el espacio o ambiente en el que se encuentre.
«Si hay un nudo en mi garganta, lo desato escribiendo ya sea frente al mar, mi cuarto o en una estación del metro, las canciones siempre serán el medio para descifrar mis propias preguntas y mis sentimientos porque más que un gusto es una necesidad, una terapia».
En cualquier momento y en cualquier espacio puede surgir la inspiración para ella, como la artista que es, deja que todo fluya, sin presiones.
Aunque Karely acepta que no ha tocado en tantos lugares, afirma que la presentación que tuvo en San Francisco, California, fue un parteaguas para comenzar a cantar sus canciones, ya que se sentía en confianza porque casi nadie entendía lo que estaba diciendo.

Hace un año tocó en un lugar muy especial e íntimo en San Cristóbal de las Casas en Chiapas que se llama «La casa de Frida». Para ella fue una gran experiencia tocar en el estado que la vio nacer.También ha tocado en Guadalajara y le encantó la vibra de la gente.
Sus influencias pasan por la música popular, con intérpretes como Juan Gabriel, hasta artistas internacionales del blues como Etta James y Janis Joplin o del soul como Joss Stone y también Lilly Allen, Alabama Shakes, Bob Dylan y compositores latinoamericaos como Manu Chao, Carla Morrison y Shakira. Actualmente Joaquina Mertz, Sailawway, Pinneaples Synth,Clubz y Coco Cecé son sus artistas favoritos de la escena independiente.
Para ella la música es un experimento de historias, emociones y sonidos. Actualmente trabaja en la producción de su primer EP llamado #ElViaje que está inspirado en las experiencias que ha vivido en casi diez años de vivir en distintas ciudades.